viernes, 19 de abril de 2013

LAS MODAS



Look setentero

 He estado una semana sin salir de casa encerrada con el pintor- no quiero que malpiensen pues el hombre es honrado y fiel a su Rosita a carta cabal- en unas jornadas intensivas de cambio de fachada y limpieza de cara que tanta falta le hacía a mi humilde hogar después de veintitrés años de humo, fiestas y contaminación. Así que como supondran acabé mordiendo y con unas ganas de irme de juerga que no me cabían en el cuerpo, y aunque pensé que como siempre, las ganas se quedarían en eso...ganas, conociendo a mi santo que siempre está reventado, agotado y con dolor de cabeza, y se niega a salir más allá de la cena por quince euros y: -"la copa ya te la tomas en casa"... sin embargo este finde tuve suerte y he bailado hasta el amanecer, bueno no tanto que una ya tiene sus limitaciones impuestas por la edad, he bebido sendos gin-tónics y me he reido a gusto y por supuesto desinhibición total y absoluta, porque a mis años ya no me importa que me miren mientras bailo.
Pero a lo que iba.
 He pintado mi casa...bueno no yo el pintor, que mi última experiencia en estas lides me dejó con las cervicales como las de Rambo después de salir de la selva de Vietnam buscando a los vietcongs en las copas de los árboles y juré por los peces de colores que la próxima vez pintaba Rita.
 Lo peor no es el follón, no se crean, sino la elección de los colores. 
Todos los pintores tienen una tendencia innata hacia un color verde-agua espantoso cuando les propones pintar la habitación de verde inglés...¿por qué? pues no lo se aunque intuyo que cuando comenzaron a trabajar debieron pintar tantas habitaciones en ese y otros espantosos colores que se les ha quedado grabado en fuego en su subconsciente. Y no te digo cuando propones un rojo inglés o un amarillo huevo....rojo caperucita y amarillo palido espantoso...

 Los que nacimos en la época "yeyé" hemos quedado marcados por la moda imperante entonces. ¿Quien no recuerda aquellas horribles paredes de color verde mar con las que nuestras santas madres cubrían los dormitorios y que conseguían sumirnos en las más horribles pesadillas infantiles?


¿y que me dicen de los baños de un discreto tono rosa chicle que te obligaba a salir a la velocidad del rayo por el mal que pudiera causarte tanto tono histérico-brillante?


 Para horror de los aficionados al turismo de interior estos horribles baños son lo más "cool" del momento. Ya puedes viajar a Castilla o a Aragón que el Hotelito con Encanto guarda tras sus paredes un horrendo cuarto de baño "cuéntame" que te quita el hipo y las ganas de todo. A ver quien tiene narices de levantarse de madrugada a hacer un pis, pues si lo haces corres el riesgo de morir por el impacto del rosa chicle en tus adormecidas retinas.
 Sin embargo aquello en su momento nos gustaba..¿será el poder de la imitación lo que impuso aquella moda que tantos disgustos nos trajo y que se prolongó durante dos décadas y media? ¿Cómo era posible que fueramos felices con tanto desmadre estético que ahora nos hace enrojecer?
 El que esté libre de pecado que tire la primera piedra y obviamente no seré yo quien lo haga pues pequé y mucho, aunque nunca con el histerismo yeyé o psicodélico al que llegaron algun@s.  
 Esta última etapa de los setenta que es la que nos tocó a los cincuentañeros actuales,  no fue sino la perversa evolución de lo yeyé de los sesenta -que tampoco estaba tan mal- llevada al límite de la horterada quizás producida por tanta mierda que se metieron en el cuerpo los gurús de la época.
 
 Ya desde la infancia quieres ser guay, aceptada y no quedarte atrás en cuanto a moda - si, eso que ahora se llama "tendencia"- y estás dispuesta colgarte todo aquello que El Corte Inglés o Galerías Preciados- entonces lo más "trending topic"- traían a sus estanterías directamente imitado desde Carnaby Street e inspirado por Mary Quant.  Todo aquello nos parecía precioso,  moderno, colorido y original frente a tanto aburrimiento indumentario que vivíamos con el uniforme del colegio...se trataba de ser MODERNA con mayúsculas y no te importaba calzarte unos horribles y enormes mocasines negros, pensados para pantalón, con una minifalda como luce la chavala de la foto que se te aparecía como el colmo de la perfección y modernidad. 
 
  Aquellos pantalones acampanados que adorabamos, y no me vengan los mayores de cincuenta con que no cayeron en la tentación porque no me lo trago, las botas ceñidas a la pantorrilla que acercaban tus piernas al nivel de una morcilla de Burgos y aquellos sueters de dos tallas menos que te hacían sentir como si fueras vendado cual momia y tan  muerto como ella pues no podías apenas respirar; los Lacostes - algunos de cuales llevaban cocodrilos de pega cosidos por nuestras madres- de colores imposibles también de dos tallas inferiores a las que el buen gusto aconseja y unos zapatones tipo mocasín que quitarían el hipo a Frankenstein....así que imaginen la pinta: Pantalón de pana verde Levi's (conseguido después de mucho sufrimiento y que era el único de marca que tenías), Lacoste diminuto de color amarillo huevo heredado de alguien, jersey Shetland (era la moda) azul marino y mocasines negros...
Con diez tiernos años
¡Todo un cuadro!...no quiero ni pensarlo pero ese "look" no lo he olvidado, era el habitual del fin de semana de mis trece años (que yo ya salía en aquellos tiempos) y más feliz que una perdiz pensando que todo el mundo a mi paso comentaba lo moderna y acertada que iba.
 Esto no fue cosa de un día ni de dos. Comenzó un tiempo antes a mis diez años -lo sé porque entonces todavía no llevaba lentillas- en los que ya quería ir ideal, a la moda...así convencí a mi madre- que menudo gusto tenía también la tía- y me compró el siguiente conjunto que aparece en la foto: jersey negro con motivos militares en amarillo huevo, camisa verde militar con un cuello rarísimo y cerrado hasta el final, minifalda escocesa de tonos azules y blancos, calcetines hasta la rodilla (no recuerdo el color) y zapatones mocasines....y por supuesto el toque fantástico: ¡gafas modelo John Lennon! ¡perfecta para salir a buscar a aquel rubio guapísimo del Pilar!
El desmadre siguió durante años en los que te colocabas cualquier cosa "que se llevara", daba igual que fuera un horror estampado producto del LSD, que unos pantalones con más campana que el Miguelete...

¿Cómo podían parecerme bonitos?
Y así siguió en los ochenta; en aquellos años nos calzabamos unas hombreras que pondrían verde de envidia a un jugador de fútbol americano, pero yo era incapaz de salir de casa sin ellas, me sentía desnuda y horrenda hasta que llegó un momento en que mi padre, con gran tino, me acusó de ir haciendo el rídiculo ¡que tío! pensaba yo ¡no tiene ni idea de moda!. 


  
  Entonces Ana Torroja era el icono a imitar. ¡Que bien vestida iba siempre! ¡que aspecto más moderno y conseguido! Yo soñaba con sus vestidos minifalderos cuajados de volantes y pedrería fina.
¡Como me gustaba el vestido rosa!
Pero como todavía vivía en casa y dependía de mis antiguos y horteras progenitores no tenía otra opción que adaptarme a sus designios o salir desnuda a la calle. 
Sin embargo hoy tengo que agradecer a mi madre que no me permitiera caer en aquel pozo de mal gusto y aunque cerca estuve, conseguí superar mi adicción a la muchacha aquella. El look ochentero a vista de pájaro me causa rubor. Llegué a hacerme el pelo frito tan del gusto de la época para espanto de mi santo, que entonces ya me miraba con ojitos golosos, ¡menuda pinta de roja de Filosofía tenía!     
Perfectamente combinada al más puro estilo 80's
   
Aquella moda te imponía combinar todo, pendientes, zapatos, pañuelo...hasta el punto de hacernos parecer la Señora Roper.
 Tuve pendientes, collares y pulseras para cada conjunto y aunque pueda parecer una hortera nunca he llegado a serlo pues mi sentido del ridículo y mi educación en colegio de monjas finalmente se imponían y me salvaron de más de un desmadre indumentario.
 Así me he mostrado y he confesado mis faltas al buen gusto, ahora me gustaría ver si alguien por ahí es capaz de exponer sus vergüenzas sin ruborizarse.
 ¡Que a gusto me he quedado!



21 comentarios:

  1. Progresas adecuadamente, pero combia la letra de la derecha. KENKA

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    1. ¡me encanta lo de KENKA....nunca de dejes de llamarme así!

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  2. jajaja....la letra de la derecha es preciosa y en realidad pinchando la foto entras donde quieras...en fin ¿tu llevaste campanas? seguro que sí, aquí hay que retratarse...jeje

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  3. Jopeta Marisín lo de Ana Torroja como ejemplo a seguir está muy bien ... salvo por lo de .... en fin que la Torroja es .... en fin que le gustan mucho los bollitos con tortilla ... vamos

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    1. Pues es la primera noticia que tengo....a mí ella no me gusta nada y menos con esos morros haburgueseros que se ha puesto, si era fea antes ahora da pánico....pero el look ochentero me parecía de lo más fashion y acertado y ahora cuando lo veo me horroriza....está claro que somos producto del momento....en fin..por cierto ¡identifícate! que no se quien eres....bss

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  4. Marisa, me has traido a la memoria mi limitadisimo armario, por supuesto que estaban los levis de piel de melocoton...que eran mi mayor tesoro.¿ Y cuando llegaba el verano?... esos zuecos con plataforma enorme que pareciamos cojas y nos combinaban con todo... era salir de la piscina y calzartelos... bueno que sepas que me he reido un monton. besos piluca

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    1. Me acuerdo perfectamente de los zuecos, los he tenido de todo tipo...de coja, con tacón y de varios colores, lo que no entiendo es como podíamos caminar y como ahora no tenemos los pies como las chinas vendadas...menos mal que pronto descubrí el placer del zapato plano...una maravilla....hasta entonces no daba un paso sino era hasta la moto....era imposible!!! bss

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  5. Mmmmm..pues me quitas un trauma de encima. Aún recuerdo con estupor un espantoso conjunto de chaleco y pantalones -de campana- que mi madre me hizo hacer a medida y que, por supuesto, tuve que ponerme, y sin valium para minimizar el estress..

    Pues siento de cirte que vuelven -creo- los pata-elefante jajajajjj!!!

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    1. Pues no seré yo quien se los ponga porque con estos muslitos que Dios me dio no estoy para muchas alegrías indumentarias....yo también tenía conjuntos que hacia la costurera y por supuesto mi madre, que actuaba cual sargento de artillería, me obligaba a ponerme, hasta que me rebelé y me negué a vestir de niña buena..pero aún así el desmadre indumentario de los setenta y ochenta me afectó de lleno, quizás por eso ahora soy mucho más comedida...bss

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  6. Muy, muy bueno Marisa, has estado sembrada. Me he divertido mucho recordando aquellos tiempos. Yo como estaba siempre de verde no tuve mucha ocasión de pecar. Solo recuerdo los zapatos con calcetines blancos de deporte, en aquella época no estaban tan mal vistos, verdad?
    Vte.

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    1. El calcetín blanco con zapato era el top ten de los setenta y siento decirte que a mí me espantaban...aunque dependía quien los llevase pero a la larga te hacían mirar al chico con malos ojos...¡si ya te decía yo que de un tío con calcetín blanco no puede esperarse nada bueno!...jaja...peor eran los gris perla....bss

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  7. Ya sólo queda rememorarlo en una de las fiestas remember que se acostumbra a celebrar de un tiempo a esta parte.

    Viva las campanas... que doblen.
    :)

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    1. Sin disfraz y vestida de "normal" mis fiestas son casi todas remember dada la provecta edad mía y de mis amigos, de este modo la música no puede ser más ochentera y aunque estoy abierta a todo menos al rap -o incluso si, si me hace moverme- Alaska, Secretos, Hombres G y demás movida siempre son de lo más bailado....no por ello una carece de gustos musicales pero que son algo menos bailables....(Clapton, Zepelin, Dire Straits, Slade, Supertramp...en fin todo lo que suene y lleve guitarra eléctrica) bueno me estoy enrollando así que de disfrazarme nada, eso sí, desinhibirme bailando como una posesa incluida la música del Telediario....esa soy yo...bss ...ah por cierto,y la rumba que me enloquece...

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  8. Marisaaa,¡como me he podido reir con el blog de hoy! Entre el pintor y las vestimentas el relato queda genial. Por cierto, estás monísima en la foto de los diez añitos, e impresionante en la que llevas un vestido de flores azules. Olé!!!!
    Mónica

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    1. Pues disiento contigo, durante años no pude mirar esa foto de la gafotas sin espantarme pues me veía la tía más horrenda del mundo, hortera, cuatro ojos y con cara de imbécil....ahora ya lo he superado y en prueba lo publico....el vestido de flores era de los más bonitos que he tenido y de hecho todavía lo conservo de tanto que me gustaba...tendría ahí unos veinte años...gracias por el piropo....bss

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  9. a mí los sesenta no me tocaron, y los setenta por los pelos... pero los ochenta, sí los recuerdo y con cariño... aunque basta con ver una peli para horrorizarme con lo que llegamos a ponernos... los jerseys de Privata, las camisetas de Nudos, y luego cuando vino la invasión de los paramecios...
    hasta bastante tarde (los 20 años) no me compraba yo la ropa. Me la compraba mi madre que siempre compraba cosas caras (se te ha olvidado Celso García y luego Cortefiel) pero que a mí me parecían horripilantes. Claro que yo nunca he tenido ni idea de nada... supongo que nunca he acabado de tener claro si prefiero el estilo rocker o el mod....
    un saludo o dos,

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    1. Los setenta fueron, y a las evidencias me remito, tremendamente más horteras y exagerados que los ochenta; cuando la movida impuso su moda respiramos aliviados porque lo psicodélico y exagerado hubiera acabado. Pero como ocurre con las revoluciones que siempre empiezan con un buen propósito, aquello degeneró- como las revoluciones- hacia un desmadre indumentario impresionante...veasé el ejemplo de la Torroja... y poco a poco, después de llegar al cénit, se moderó hasta ahora en que parece que falta de ideas vuelven algunas de las prendas más espantosas de la historia...como las gafas que llevo en la primera foto...¡vuelven a estar de moda! no lo entiendo eran horrendas.....
      Aquí en Valencia Cortefiel era de abuelos...lo pusieron mucho más tarde por eso no es uno de mis hitos....
      Las madres siempre intentan imponer su criterio y dado que yo lo sufrí no intento imponerle el mío a mi hijo, que por cierto, tiene algo de buen gusto y no se mete en modas extrañas.......bss Rafa

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  10. Joder que bueno...
    Siempre es así de divertido este blog?
    Volveré.

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  11. Casi siempre..aunque de vez en cuando me da la vena seria....eres bienvenido, espero que vengas a menudo...bueno no tanto porque cada vez tardo más en escribir, está claro que los musos no están por la labor....me alegro mucho de verte, leerte por aquí....bsicos

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  12. ¡¡¡Hola cuchicuchi! no encuentro la entrada del "régimen" pero esta es FA BU LO SA !!!
    Somos chicas de la misma generación y además de reírme, he podido identificarme con tu crónica y hasta emocionarme un poco ¡qué tiempos, oye y qué guapa!
    Y te mantienes estupenda a juzgar por la foto.
    Oye...si lees en los comentarios de mi blog algo de cachondeíto ¡no te ofendas por Dios! al contrario, es nuestro modo de piropearte y darte la bienvenida...¿vale?
    Ojalá nos veamos pronto...yo suelo actualizar a diario...
    Un besazo ¡y enhorabuena!
    Asun

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  13. Hola Asun...me han encantado los comentarios de tu blog, entre tu y el sosias de don Francisco me he reido un rato con ganas....no soy rival si es eso lo que te preocupa...jaja..yo no actualizo a menudo porque los musos me tienen algo abandonada así que voy a trompicones y este no es uno de los mejores momentos de inspiración. Dime como puedo comunicarte cuando escribo y lo haré. Tu blog es muy ameno y ya ves que lo he incluido en mi blogroll así que yo si que me entero de tus cuitas.
    La entrada del régimen está en el link que te mandé con el comentario.
    Mil besos guapa

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