martes, 5 de marzo de 2013

QUE TREINTA AÑOS NO ES NADA

                                         ¡que treinta años no es nada!


Hoy hace treinta años.
Muchos o pocos, según se mire.
Aquel tío simpático, socarrón y puñetero se casaba
Con sólo veinticuatro años- algo impensable hoy día- decidió dar el paso más importante de su vida y unirse a una mujer sensata, guapa y algo tímida que le tenía sorbido el seso y había conseguido arrobarle y ponerle los pies en la tierra.
Se casaban mis hermanos- porque a estas alturas de la vida ambos lo son, que no sólo la sangre lo determina- enamorados como dos becerros, ilusionados y dispuestos a afrontar lo que la vida quisiera depararles.
Mariam
Y todos nos embarcamos de un modo u otro en aquel proyecto de vida, porque Mariam pasó a ser parte de nuestra familia, una familia bien avenida aunque acostumbrada a los gritos, puñeterías de unos a otros y algo más movida y escandalosa que la suya.
La ilusión por la boda nos embargaba a todos.
 A mi madre porque se casaba su primogénito -con una chica estupenda, oye- a mi padre porque por fin veía al nene sentar la cabeza con una chica sensata además de guapa, lista y empollona. A mí porque me lo quitaba de encima y ya no me haría más la puñeta y tendría el baño libre a la hora de irme a la Facultad, jeje. A Begoña porque ya no tendría al que la llamaba "morruda" todos los días sentado a la mesa para fastidiarla y a Guillermo porque se quedaba la habitación para él y podría poner la música que se le antojara. A Teteta, nuestra otra madre, porque "mi Ángel", el grande como ella le llama, se casaba con la Mária como le dice y su Ángel es su ojito derecho.
Nos hacíamos mayores, adultos y la boda de Ángel y Mariam fue el pistoletazo de salida hacia la nueva vida que nos esperaba a todos los veinteañeros de entonces.
Una vida en la que debíamos renunciar al "dolce far niente y convertirnos en adultos de verdad no sólo en aspecto físico.
Ellos fueron los primeros y nos iban a servir de ejemplo.
La casa un caos. 
Mamá se afanaba en enseñarle a bailar un vals que el muy patoso interpretaba con más voluntad que gracia. Begoña y yo emocionadas con nuestros vestidos de noche cual Cenicientas reconvertidas en princesas...y mientras Chiqui se mordía las uñas en los USA tratando de sacar el COU con el éxito que no había conseguido en el BUP (y vaya que lo sacó); el pobre no pudo venir. 
Dispuesto para el gran momento

Y todos con nuestras mejores galas nos dispusimos a dar el paso con ellos. 
¡Que guapos y jóvenes Willy y mamá! y yo que horrenda


Han pasado treinta años. 
 De alegrías. De novedades, tres novedades que nos abrieron un mundo nuevo. Tres chavales que le dieron a Mariam los peores momentos que un embarazo puede dar y que han sido la alegría de su vida. 
Es una madre estupenda, consentidora un rato, que vive por y para su familia y que con los años ha perdido aquella enfermiza timidez que la llevaba a sentarse en el sofá, sábado tras sábado, a ver la tele con Willy, cogida de la mano de su novio y con su preciosa melena tapándole la cara como si eso consiguiera hacerla invisible para los que allí estabamos. 
Ha habido buenas y malas épocas, pero nunca les faltó lo más importante. Dinero en muchas ocasiones, aunque también les sobró en otras; hubo momentos en que los problemas parecía que iban a superarles pero fueron ellos los que los superaron apoyándose el uno en el otro y en las familias. Momentos verdaderamente graves que han quedado olvidados como un mal sueño.
Ahora la vida les sonríe porque gracias a su tesón y a lo persistentes que han sido la fortuna les ha vuelto a dar la cara. 
 Treinta años que les han pasado como un soplo, en los que han aprendido a ser padres, a ser mejores hermanos, a ser los mejores hijos -que es lo que nos pasa cuando somos padres, porque es cuando realmente apreciamos lo que ellos hicieron por nosotros- que les han dado alegrías y penas y que las han vivido con todos los que les rodeamos. 
Y esto es solo el comienzo.
 


   



 PD: No perdí la esperanza de que mi Santo pudiera venir. Pero no pudo ser. Se quedó arrestado en banderas por haber salido del cuartel a examinarse de Derecho Financiero. ¡Capitán Pina nunca olvidaré tu nombre!
 
 

17 comentarios:

  1. Sería un remake de mi familia si yo no hubiese sido la primera en dar el salto, me encanta como lo cuentas.

    Y qué rápida pasa la vida y como se olvidan los malos tragos cuando se tiene lo fundamental, el cariño.

    Es hora de buscar al capitán Pina para darle un pequeño capón ;)

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    1. Los malos tragos, que en este caso fueron muy malos, se olvidan porque al final todo salió bien y la vida te compensa...¿no has pensado nunca en la ley de compensación universal? es una teoría que tengo y que próximante escribiré....lo importante es el amor y sólo con eso está medio partido ganado...te compensa de todo y te permite seguir adelante....El capitán Pina fue un borde- no será que no se le pidió hasta de rodillas,jeje- y no se que fue de él, supongo que aún estarán pitándole los oidos y de las barbaridades que salieron de mi boca....bss y mil gracias

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  2. Medio partido ganado, pero el partido se gana en la segunda parte, que es la mas divertida

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    1. No creo que a estas alturas les cambie el rumbo del partido, si así fuera me hago budista y me retiro a un monasterio en el Himalaya, lo juro...mira si estoy segura de ello.
      La segunda parte tiene su gracia pero la novedad de la primera con el descubrimiento de cómo juega el rival no tiene parangón. Aprendes a regatear, cambiar de banda si es preciso y llegar a la portería....sin necesidad de patadas, zancadillas ni faltas...y eso es bonito, trabajoso y tiene recompensa...la segunda parte más tranquila y quizás, o no, con el resultado garantizado, y aunque nunca se pueda saber, en este caso estoy segura.
      Bss

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  3. Querida Marisita: Creo que es el post que más me ha gustado de todos los de tu serie Los Lletseteros.
    Está escrito con muchísimo cariño, con mucha ternura.
    Es muy entrañable como describes la boda de tu hermano y todos los sentimientos y las circunstancias que la rodearon.
    Doy fe de lo guapa y lo tímida que era tu cuñada por aquel entonces. Y de lo que se parece Chiqui a su hermano mayor.
    Por cierto, tú guapa eras y eres un rato y hay que ver qué mal saliste en la foto. Un beso

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    1. Ya sabía que eras tu sin necesidad de firma....si que está escrito con cariño, porque pese a que Angelito es un puñetero chinche es una buenísima persona y le quiero mucho y Mariam tiene un mérito bestial por aguantarle, jaja...son tantos años que ya no distingues entre hermanos y cuñados, ambos son mis hermanos sin duda alguna.
      Ya se que salí horrible, creo que no tengo una foto de ese día en que estuviera algo mona....bss
      Sólo tu me llamas Marisita y sólo mis primos Javi y Juanba me llaman Marisín, así que no hay duda

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  4. Se me ha olvidado firmar mi comentario. Soy Ciber Amigo, Budyalen, Florentino Ariza

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  5. También nos libramos de los calcetines que nos tiraba todas las noches a nuestra habitación para fastidiarnos, ¿Te acuerdas?. y una vez se hubo casado se acabo la regla de madera de mama en la mesa. De todas formas para él ha sido para bien porque es un tipo estupendo y lo tienes para cuando lo necesites, eso si siempre seguirá siendo igual de puñetero, yo lo sufrí de pequeña y ahora lo sufre mi hija Idoia que también tiene el genio corto.
    y Mariam para mi es como uno más de la familia

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    1. Calcetines apestosos, por cierto, tio cochino....que asco!! nos los metía entre las sábanas...pero ¡como nos reíamos! y que bien lo pasabamos metiéndonos con papá, ¡está loco! ¡es un bestia! y luego era un pedazo de pan...con más genio que don Cicuta, eso si,.....Ángel no ha perdido su espíritu puñetero, vive con él y morirá con él....en fin que les dure muchos años más....bss

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  6. Un articulo muy entrañable. No estuve allí para vivirlo pero tus descripciones son exactas y precisas y me traen muchos recuerdos. Tu generosidad es casi igual de grande que tu talento. Un beso. Chiqui.

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    1. Fue una pena y te echamos muchísimo de menos...al ser la primera boda tuvo algo especial que nunca olvidaremos.A veces no te das cuenta de cuanto quieres a los demás hasta que lo escribes...al principio me salía sin problemas y a medida que lo escribía me salía la lágrima...y ahora cada vez lo leo me dan ganas de llorar...gracias por tus piropos y buen viaje!

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  7. Pues mil gracias..lindo y real como la vida misma....así fue...

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  8. Anoche antes de salir del Banco pude leer tu “Que treinta años no es nada” y me encanto. La verdad es que han pasado volando los últimos años y sin darnos cuenta hemos entrado más de uno en el bendito Club del Medio Siglo. He recordado muchas cosas (los comentarios son muy realistas y también sentimentales), en cierto caso similares a lo sucedido a mí (no en el mismo año). Por cierto, en el 83, yo también estaba realizando IMEC y algún que otro Superior me fastidió algún viaje a Valencia para celebrar eventos familiares o de amigos.
    Alberto

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    1. La vida nos pasa volando y cada año más deprisa. Cuando te quieres dar cuenta ya estás en los cuarenta, en los cincuenta y ya en los c...y tantos...por eso hay que aprovechar cada minuto, cada sonrisa, cada cerveza, cada rayo de sol...-guau que cursi me está quedando- hay que mmirar la vida con una sonrisa y nunca, nunca desfallecer. Tiene mejores momentos que malos y por eso, vale la pena...gracias por leerme y por comentar, eso es lo que me hace seguir escribiendo...
      Bss

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  9. me ha gustado mucho. Es como la vida misma, porque es la vida de alguien, la tuya, así q precioso.
    (y el toque final? q no llegaste a encontrar al tuyo?)

    y sobre lo de la ley de compensación universal, es una idea que también tengo desde hace tiempo. En el 2009, escribí una cosa, y tengo curiosidad por saber si es la misma idea a la que das vueltas ahora: "Una especie de perversa ley de compensación universal: ¿quieres ser Jack London?, ¿quieres ser Poe?, ¿quieres ser Hemingway?... conviértete en un puto borracho, en un triste ejemplo de ser humano alcoholizado y finalmente, si quieres nota, suicídate... Córtate la oreja y sufre como un cabrón, son requisitos indispensables para pintar Noche Estrellada (y, sí, también puedes suicidarte: <> cuenta Adeline Ravoux, hija del dueño de la pensión Ravoux en Auvers-sur-Oise, donde vivió y murió Van Gogh). ¿Quieres ser uno de los padres fundadores del movimiento beat? Ya sabes: Jack Kerouac murió el 21 de octubre de 1969, a los 47 años de edad, de una hemorragia abdominal masiva, consecuencia de sus excesos con el alcohol, pero su carrera hacia la autodestrucción había comenzado mucho antes... ¿Quieres ser un icono de la belleza, Marilyn, quieres ser un cantante eternamente recordado, Jim Morrison...?
    Porque el sufrimiento es contable, relatable, pintable. La tranquila alegría, y la burguesía, no tienen olor (lo que se gasta en desodorantes para no revelar el vulgar olor humano). Pero la peste, la podredumbre, la miseria... ¡qué rápido, con qué violencia y contundencia no se enseñorea de nuestras napias!, ¡cómo invade lo fétido las fosas nasales como un océano acre! ... La mierda tiene más presencia que la tímida lavanda (es insoslayable)."
    bueno, beso y hasta otra

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  10. Rafa, mi ley de compensación universal no va por esos derroteros, pero aún así la tuya es interesante a la vez que inquietante...en ocasiones tus escritos me ponen los pelos de punta, destilan una cierta hartazón, ¿decepción? o simplemente cavilación en una noche de bebida o mañana de resaca.....escribiré sobre mi ley de compensación universal y observarás que se cumple casi siempre, curiosamente a las personas realmente malas no les afecta, para espanto de los seres vulgares y simples que pueblan el planeta y que somos la inmensa mayoría.....bss

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